Digestión saludable
El aparato digestivo es mucho más que solo el encargado de iniciar el proceso de convertir el alimento en energía. El aparato digestivo tiene relación y efecto con el estado anímico/emocional y el trabajo inmunológico del cuerpo.
El aparato digestivo: está compuesto por diversos órganos que van desde la boca, el esófago, el estómago, el intestino delgado, el intestino grueso. Y otros órganos como el páncreas, hígado y vesícula, quienes trabajan en conjunto, para lograr la digestión y absorción de los nutrimentos. Y así llevar hasta la célula la materia prima para generar la energía.
En el proceso digestivo se ven involucradas una gran cantidad de hormonas y neurotransmisores que envían mensajes del todo el cuerpo, incluido claro, el cerebro, para hacerlo llegar a nuestro aparato digestivo, es por esta razón que gran parte de nuestras emociones los sentimientos o reflejamos en la digestión.
Pero para lograr entender bien la digestión es importante tener frescas las principales tareas que realiza cada órgano que forma parte de este dispositivo.
El inicio de la digestión comienza desde el momento en que pensamos en el alimento y empezamos a producir una mayor cantidad de saliva, o como se dice coloquialmente “se nos hace agua a la boca”, y se intensifica cuando nuestros sentidos de la vista y olfato se conectan con el alimento a ingerir, “he de aquí la razón por la que comer con gozo, gusto y placer, mejora la digestión”, pero cuando nos llevamos el alimento a la boca; el primer órgano reconocido del aparato digestivo entra en acción y con ayuda de los dientes fracciona el alimento y emulsificador con la saliva la cual tiene enzimas; que tienen la función de hacer de menor tamaño las moléculas de hidratos de carbono presentes en el alimento que nos hemos llevado a la boca, al deglutir pasa el alimento (ahora llamado bolo) al esófago: un órgano cuya forma recuerda a un tubo, pero en cual el alimento se logra movilizar gracias a sus movimientos peristálticos (contracción-relajación) quienes están controlados por el sistema nervioso central. Y cuales son claro ejemplo de una de las funciones que hace el sistema digestivo que es movilizar. Una vez llegando al esfínter o válvula que conecta el esófago con el entrado del estómago, en el estómago el bolo se combina con el ácido clorhídrico y otros ácidos producidos por el estómago para que junto con el movimiento que en el ser producen por 1 a 5 horas, el bolo pueda convertirse en una sustancia líquida llamada quimo, cuando esto sucede el proceso está listo para continuar y pasar ahora la parte de absorción, en la que al llegar al intestino delgado se combinan con enzimas digestivas producidas por páncreas y hormonas tal como la insulina y el glucagón, el por su parte el hígado produce y hace llegar gracias a la vesícula la bilis para ayudar a terminar el proceso digestivo de las proteínas, los lípidos y los hidratos de carbono. Y dar lugar el proceso de absorción masiva que se lleva a cabo en el intestino delgado, el cual tiene en sus paredes unas microvellosidades (que podrían recordarnos a la tela de una toalla) y por lo que hacen posible su tarea de absorbente para hacer llegar en forma de aminoácidos, glucosa y ácidos grasos, la energía al hígado. Pero la tarea del aparato digestivo no termina aquí, y tal como una fábrica bien diseñada, tiene un proceso seguro y útil de eliminar sus desechos. Y es por eso que el material restante “no absorbido” pasa al intestino grueso, en el que las bacterias que habitan en el intestino, se ven alimentadas por las fibras y compuestos no digeridos por nosotros, para mantener a la comunidad macrobiótica que vive en nuestro aparato digestivo y que actúa como protector ante algún ataque de microorgánicos patógenos. Y el resto que no pudo ser digerido por las bacterias, llega al colón el cual actúa como un sistema de secado y absorbe el agua y electrolitos, para dar consistencia a las heces, que al llegar al esfínter (válvula) anal se eliminan.
Al ser nuestro cuerpo una compañía perfecta, formada por diversas fábricas bien interconectadas. La función del aparato digestivo y el resultado de sus procesos tienen una relación directa con otros procesos y funciones. Tal es el caso del sistema inmunológico, quien como función principal tiene evitar la llegada de invasores y mantener el orden, y siendo el aparato digestivo un proceso en el que el cuerpo recibe de la materia exterior prima, el aparato digestivo está altamente ligado con el sistema inmunológico, es justo el ácido clorhídrico y los ácidos que se producen en el estómago una forma de protección y esterilización del bolo, para evitar la entrada de agentes patógenos e invasores que podrían hacer perder la salud del cuerpo, pero por si alguno se le llagase escapar:
Si
tú tienes sentido “maripositas en el estómago” entenderás entonces que tu aparato digestivo es el fiel escucha de tu cerebro, ambos son buenos amigos, de esos amigos que mantienen una comunicación constante y directa. Por eso nuestras emociones pueden modificar nuestra función digestiva, pero también nuestra función digestiva puede afectar nuestras emociones. Cerca del 90% de la serotonina del cuerpo se produce en el intestino, y este neutransmisor es indispensable en la regulación del estado anímico. Bajas concentraciones de serotonina pueden hacerte sentir infeliz, triste, irritable o indeciso. Ahora entiendes porque te sientes tan bien cuando vienes bien?
Cuidar la función de tu aparato digestivo es cuidar el resto del cuerpo.
8 FORMAS SIMPLES DE CUIDAR TU APARATO DIGESTIVO:
+ Consume prebióticos y prebióticos
+ Ingiere suficiente agua diariamente
+ Come 5 veces al día
+ Evita alimentos con alta presencia de conservadores y químicos, ya que pueden estimular la acidez.
+ observa tus desechos
+ Consume verduras crudas (enzimas digestivas)
+ ven con atención a las señales de tu cuerpo.
+ Relájate.
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