Un día que decides amarte.

Inicia con una mirada en el espejo en la que  te encuentras con tu cara y sonríes.

Abres la llave de tu regadera, miras la báscula de baño y  decide no calificar tu cuerpo con un par de números. Entras a la regadera y  disfrutas con atención  el caer del agua en tu cuerpo, La mente intenta recordar tu agenda de día y tu decide callarla entonando a viva voz tu canción favorita. Secas tu cuerpo frente al espejo y  bendices cada parte de ti , aún aquello que no miras, que no sientes y lo que no te agrada.

Abres tu guarda ropa y te enfocas en encontrar la ropa que te hace sentir cómoda, libre y que resalta lo mejor de ti y no aquella que usabas cuando tenías 23 o cuando eras talla 5, o bien no aquella qué compraste sólo porque es el básico de la temporada o lo chic.

El primer encuentro del día con los alimentos de acerca, abre tu refrigerador y  eliges, no lo más rápido, no lo más cómodo, no lo más ligero, no lo “permitido” si no aquello que deseas, que preparas con tiempo y dedicación, que te hace sentir ligero pero fuerte y tranquilo pero enérgico.

Las tareas del día hay que cumplir, porque no podrás callarlas eternamente con canciones. Pero decide hacerlo alegremente, festejando tener la habilidad y los medios para hacerlo,  gratificando a cada ser que te ha confiado una tarea,  una misión, una oportunidad para servir a los que te rodean.
 
 Ya es media tarde la energía comienza a caer y mas de alguna cosa no salió como querías, no hubo tiempo de hacerlo todo y la frustración amenaza su llegada, tu vientre se inflama como queriendo hacerse bolita y protegerse de tanta tensión. Haces tu respiración más larga y profunda del día,  inyectas de oxígeno y nuevos aires tu cerebro que se sentía sumergido en una capa de humo , y las ideas y la fuerza vuelven a fluir.

Se llega la hora de ejercitarte, si es que la hay? Y una parte de ti recuerda el cansancio y otra curiosamente desea moverse. te enfocas en su deseo y  haces mover tu cuerpo, sientes como cada vez más músculos de tu cuerpo se despiertan y regocijan al darle la bienvenida a la sangre que los visita y hace llegar una deliciosa dosis de oxígeno que le revitaliza e incita a moverse más y disfrutar más el momento. El descanso se a vecina y el cuerpo relajado se prepara para volver a su punto de partida y preparar un gran trabajo de cada parte de sí a ejercer el siguiente día.

Pero de repente alguien grita fuertemente y habla sin parar, es la mente quien a decidido que tiene la misión de salvar al planeta en una noche desde tu cama, pero comprendes que todo tu cuerpo está anhelando ya el descanso así que te quitas el traje  de superhéroe y te dispones al descanso, diciéndote a ti mismo un sincero y amoroso GRACIAS.