Un regalo para tu yo del mañana

Quizás fue la edad, o tal vez la necesidad de deberme menos a mí misma, lo cierto es que hace poco más de un año, comencé a invitarme constantemente a hacerle regalos a mi yo del futuro .

Fue en una mañana mientras preparaba el desayuno, que reflexionaba en la importancia de estos regalos.

Rara vez en la vida somos verdaderamente conscientes de que cada decisión y omisión tiene un precio que alguien, en algún momento, deberá pagar. No me refiero únicamente al aspecto financiero, pero utilizar este ejemplo me resultó revelador. Durante años, fui de esas personas que utilizaba sus tarjetas de crédito sin considerar que cada vez que lo hacía, transfería la responsabilidad a mi yo del futuro para trabajar más y saldar esa deuda por mí.

Normalmente, justificamos estas acciones porque "sabemos" o creemos saber que habrá trabajo, dinero, que las circunstancias permanecerán iguales o, incluso, mejorarán. Nos engañamos pensando que tendremos más dinero, más tiempo, más salud y más fuerza en el futuro, mientras le cargamos a nuestro yo del mañana con las responsabilidades. Pero algo fascinante ocurre cuando en lugar de acumular deudas, comenzamos a hacer depósitos en su cuenta .

Preparamos la lonchera de mañana, conscientes de que esto facilitará la jornada. Lavamos los pocos trastes en lugar de dejar que se acumulen, anticipándonos al esfuerzo que le evitará a nuestro yo del mañana. Decidimos ejercitarnos hoy en lugar de posponerlo al lunes, aliviando a nuestro yo del futuro de una carga y estrés innecesario.

En cada acción, en cada elección consciente de cuidar de nuestro yo del mañana, estamos creando un regalo para nosotros mismos. Estamos construyendo un puente hacia un futuro más ligero y gratificante. Así que, ¿qué regalos estás dispuesto a hacerle a tu yo del mañana? La vida es un constante flujo de decisiones, y cada una de ellas puede ser un acto de amor hacia el futuro que mereces.

Y si ¿nos invitamos a ser generoso con nuestro propio mañana?

En cada gesto de cuidado y previsión, creamos un legado de autoamor y gratitud que nuestro yo del futuro celebrará con alegría. En lugar de cargarlo con deudas, prestémosle apoyo con regalos de amor y consideración. Nuestro yo del mañana merece ese gesto de cariño y cuidado. Y curiosamente pensar en tu yo el mañana es una forma de conectar con tu momento presente, responsabilizarte a ti hoy y ahorita de tus decisiones.